Los problemas que enfrentan los adultos mayores día a día son algo inevitable y traen consigo muchos cambios tanto físicos como en la salud mental, cognitiva, psicológica y social que surgen con el envejecimiento. La pérdida de movilidad, la disminución de la agudeza mental y la soledad son preocupaciones comunes que influyen en la calidad de vida de esta población.
Esto supone que en este momento de la vida se produce un deterioro que puede ser lento o rápido de acuerdo a las particularidades de cada persona, su calidad de vida, genética, entre otros aspectos. Por otra parte, si bien pueden presentarse cambios y desafíos diversos en cada adulto mayor, hay situaciones que suelen presentarse indistintamente. En este artículo, exploraremos a fondo estos desafíos, centrándonos en cómo afectan la actividad productiva y contribuyen al panorama de la salud pública. Profundizaremos en las estrategias y enfoques que pueden ayudar a mitigar estos problemas, brindando perspectivas valiosas para comprender y abordar las inquietudes más apremiantes de los adultos mayores. A continuación, vamos a contarte cuáles son los mayores problemas que enfrentan los adultos mayores. ¡Acompáñanos!
Los principales problemas que enfrentan los adultos en la tercera edad
Para poder garantizar un buen cuidado de ancianos, es necesario identificar los problemas que estos presentan, así como las necesidades de esta población. En ese orden de ideas, los principales problemas que los adultos mayores sufren en la vida cotidiana son:
Deterioro general
Por mejor que pueda ser el estado de salud general de los ancianos por su genética o los cuidados que hayan mantenido a lo largo de su vida, la vejez implica necesariamente un deterioro general de la salud para todas las personas. Estos deterioros pueden incluir desde alteraciones a la tensión arterial que obligan a su regulación con el uso de la medicación, hasta problemas cardiovasculares, enfermedades crónicas, enfermedades mentales, pérdida de memoria, debilidad corporal, trastornos del sueño, entre otros problemas de salud.
Impacto en la Salud Pública
Los problemas que enfrentan los adultos mayores no solo son individuales; también tienen un impacto significativo en la salud pública. La creciente población de adultos mayores plantea desafíos para los sistemas de atención médica y los recursos sociales. La promoción de políticas y programas que aborden estos problemas de manera integral es crucial para garantizar una atención adecuada y sostenible para la salud de esta demografía.
Desafíos Psicológicos y Sociales
La soledad y el aislamiento social son problemas significativos entre los adultos mayores. Las conexiones sociales se vuelven aún más cruciales en esta etapa de la vida. La participación en actividades comunitarias, grupos de apoyo y programas intergeneracionales puede contrarrestar estos desafíos, mejorando el bienestar psicológico y social.
Problemas del sueño
El sueño presenta grandes cambios en los ancianos. Lo más común es que las personas empiecen a tener más problemas para conciliar el sueño durante la noche y especialmente para dormir de corrido varias horas. Esto hace que las noches se vuelvan más largas y que las personas de la tercera edad se despierten más veces durante este tiempo. Este tipo de trastornos no solamente repercute en más cansancio durante el día, sino que, además, puede influir negativamente en el carácter y tolerancia de la persona mayor.
El miedo
De la mano de lo dicho más arriba, es muy usual en los ancianos que empiece a aparecer el miedo a la vejez, a la muerte y también el miedo a quedarse solos. Por eso, es muy importante que quien acompañe a las personas mayores comprenda esta situación e incentive al abuelo a mantener una vida social y familiar activa, así como a realizar constantemente diferentes actividades que disfrute para que también pueda vivir feliz durante esta etapa de la tercera edad. Así se podrá mejorar su calidad de vida.
Soledad familiar
Particularmente la soledad familiar es algo que afecta mucho a las personas en la tercera edad. Es un problema especialmente frecuente en aquellas personas que han perdido a sus parejas o que pasan, por ejemplo, a vivir solas por primera vez en mucho tiempo. Sentir demasiada soledad puede llevar a otros problemas como depresión y demás afectaciones a la salud mental de los ancianos. De ahí la importancia de que las personas en la tercera edad, etapa en la que están más vulnerables, tengan mucho acompañamiento, atención y ayuda por parte de cuidadores y familia para evitar, así, la sensación de soledad en los ancianos.
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Actividad Productiva
Mantener una actividad productiva es esencial para el bienestar general de los adultos mayores. Esto puede incluir participar en actividades voluntarias, trabajar en proyectos personales o contribuir a la comunidad de diversas maneras. Fomentar la participación activa puede no solo mejorar la autoestima sino también demostrar que la edad no es un obstáculo para la productividad.
Reducción de la motricidad
Ciertamente, en la medida en que se va ingresando a la vejez, el cuerpo va perdiendo parte de su motricidad. Esto repercute en trastornos o impedimentos físicos para hacer ciertas tareas que antes se podían realizar más fácilmente, a la vez que puede llevar a que las personas de la tercera edad empiecen a sentir temor de salir solas a la calle, de cruzar un semáforo, entre otras cosas, por miedo a caerse o a tener accidentes.
Frustración
Todos los aspectos anteriores, y principalmente la pérdida de independencia, generan una gran frustración en la población de la tercera edad. Esto porque los abuelos empiezan a ver cómo su vida cambia en la medida en que envejecen. La frustración puede ir acompañada de rabia, enojos frecuentes, tristeza y también, en algunos casos, depresión u otras afectaciones de la salud mental.
Incontinencia
Sea por enfermedades que llevan a ello, por el deterioro vinculado a la vejez u otros factores, la incontinencia es un problema que sufren muchas personas mayores.
Esto no solamente genera inconvenientes reales en los espacios en que se encuentran los ancianos, como el propio hogar, sino que es algo que impacta directamente en la autoestima y, además, en la predisposición a la soledad. Esto último, ya que la persona puede desarrollar miedo de tener problemas de incontinencia en público, evitando las actividades sociales que años anteriores solía disfrutar.
Problemas de alimentación
Sea por tristeza, por falta de una rutina en particular u otros factores, los problemas de nutrición son muy comunes en los adultos mayores. De hecho, hay más desórdenes alimenticios en personas de la tercera edad que viven solas, pues no hay nadie que les oriente para llevar una dieta saludable y acorde a sus necesidades básicas.
Esta mala práctica puede tener un impacto negativo en la salud y bienestar de los ancianos. De ahí que sea de vital importancia llevar a cabo una dieta sana para que las afectaciones de salud ligadas a un déficit alimenticio no se presenten en el abuelo.
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Problemas sensoriales
Finalmente, en la tercera edad todos los sentidos se van perdiendo progresivamente con el paso de los años. Desde la vista hasta el oído, entre otros sentidos importantes, pueden verse perjudicados a medida que una persona va envejeciendo, lo cual también impacta en la autoestima porque la pérdida sensorial repercute en un aumento de la dependencia para realizar actividades que antes se solían hacer de manera autónoma.
Bonus: La Crisis de la Tercera Edad:
La «Crisis de la Tercera Edad» es un término que describe el conjunto de desafíos físicos, emocionales y sociales que enfrentan las personas durante la etapa de envejecimiento. Esta crisis puede manifestarse como una sensación de pérdida de propósito, cambios en la salud física y mental, y la necesidad de adaptarse a nuevas circunstancias, como la jubilación y la pérdida de seres queridos. La crisis de la tercera edad destaca la importancia de abordar estos desafíos de manera integral, promoviendo el bienestar emocional, físico y social de los adultos mayores para facilitar una transición positiva hacia esta etapa de la vida.
Estos problemas, desde el deterioro general hasta los desafíos emocionales y físicos, requieren enfoques holísticos. La clave radica en comprender y abordar estas preocupaciones de manera integral, promoviendo así una calidad de vida positiva para los adultos mayores.
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