Anualmente, el 12 de mayo, se celebra el día de la enfermera. Es una fecha que apuesta a dar el reconocimiento adecuado a todas aquellas personas que ejercen esta profesión fundamental para el progreso de la atención en salud y para el cuidado de las personas. Desde los cuidados del adulto mayor hasta la protección de la salud de las personas en general, la enfermera es una persona que cumple un rol clave.
¿Por qué se celebra el Día Internacional de la Enfermera?
El Día de la Enfermera se celebra el 12 de mayo de cada año en conmemoración al nacimiento de Florence Nightingale, quien es considerada la madre de la enfermería moderna como la conocemos en la actualidad.
Florence fue muy importante y se hizo conocida debido a su importante labor humanitaria y sus luchas por los avances de las medidas de salud pública en el mundo. Entre los años 1853 y 1856 se desarrollaba la Guerra de Crimea, donde se enfrentaban el Imperio Ruso y una coalición de países que incluía a Reino Unido y al Imperio Otomano. Muchas personas fueron heridas durante ese tiempo y murieron porque no había forma de trasladarlos hasta un lugar en el que recibir atención. En ese entonces, Florence, que era enfermera, se ofreció como voluntaria para asistir al campo de batalla a cuidar a los heridos.
Luego de que terminara el conflicto bélico, Florence creó una escuela de enfermería que se hizo muy famosa en el mundo y dio lugar a la formación de muchas nuevas profesionales con su misma vocación, valentía y determinación.
El origen del Día Internacional de la Enfermera
Dos años después de la muerte de Florence, en el año 1912, el Consejo Internacional de Enfermeras establecería el 12 de mayo, su fecha de nacimiento, como el Día Internacional de la Enfermería. En otros países, como Estados Unidos y Canadá, se celebra toda una semana como la Semana Nacional de la Enfermería, entre el día 6 y el 12 de mayo.
Hoy en día, la celebración de este día responde a una necesidad reconocida de dar el valor adecuado que esta profesión tiene en el mundo.
La enfermera como la mano derecha del médico
Si bien el gran auge de la enfermería en el mundo tuvo que ver con la historia de Florence anteriormente mencionada, lo cierto es que es una de las profesiones más antiguas en la historia de la humanidad. Se puede decir que la enfermería nace con la aparición del ser humano sobre la tierra, debido a la necesidad de recibir cuidados y curaciones ante distintos daños y problemas de salud.
Desde entonces, la enfermería se ha ido orientando al cuidado y el bienestar de las personas, tanto en casos de enfermedad como para la prevención y mantenimiento de la salud.
Parte de reconocer la labor que los enfermeros y las enfermeras ejercen en la sociedad es repensar la forma en que se los ve. En este sentido, desde hace décadas, se lucha para desterrar la idea de que las enfermeras son asistentes de los médicos y, por lo tanto, se encuentran por detrás de estos. Esto es algo que ha ido cambiando en la concepción que se tiene sobre el funcionamiento de los espacios de salud.
De la mano de lo mencionado, podemos decir que, hoy, la enfermera es vista como la mano derecha de los médicos y no como un asistente. Se trata de una persona cuyos conocimientos específicos y capacidades hacen que sea indispensable para cualquier servicio de salud.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sostenido que:
«Las enfermeras y matronas no son auxiliares de los médicos. Son profesionales de la salud por propio derecho, con habilidades y capacitaciones que les permiten desarrollar una variedad de roles esenciales».
La enfermería y la atención a personas adultas mayores
Las personas mayores necesitan de distintos cuidados dependiendo del momento de su vida y cómo se haya llegado a este. En este sentido, la enfermería geriátrica es fundamental para su cuidado, ya que es la que se encarga de la atención a personas adultas mayores buscando mantener su calidad de vida. Además, es la que contribuye a generar las condiciones para que la persona viva un envejecimiento digno y adecuado, aprovechando sus capacidades al máximo.
El principal objetivo de la enfermería geriátrica es el de alcanzar y mantener el bienestar de las personas mayores, tanto en una residencia para adultos como en sus viviendas. Son personas que se preparan para poder acompañar las necesidades de estas personas, sus actividades de la vida cotidiana, su medicación, alimentación, entre otras cosas.
Los objetivos de la enfermería orientada a personas mayores son muchos. Los más importantes son:
- La atención integral de la salud y el bienestar de la persona
- El cuidado de calidad
- El acompañamiento en el día a día
- La asistencia
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