Todos los años, el 21 de septiembre se celebra el Día Internacional del Alzheimer. Desde 1994 esta fecha se ha convertido en un símbolo y en una jornada de reflexión, para visibilizar la enfermedad del Alzheimer y sensibilizar a la población respecto de su impacto. Aquí te contaremos todo lo que necesitas saber sobre esta patología para que así puedas cuidar mejor a tus seres queridos que la padezcan.
¿Qué es el Alzheimer y a cuántas personas afecta?
El Alzheimer puede definirse como un tipo de demencia que genera problemas en la capacidad de pensamiento, en la memoria, así como desórdenes en el comportamiento. Por lo general, es un cuadro que va apareciendo lentamente y empeorando con el tiempo, representando un importante impacto en términos sociales y sanitarios, debido a que quien la padece olvida incluso hacer actividades básicas como las relacionadas con su higiene personal; al mismo tiempo, su capacidad de relacionarse con los demás se limita, toda vez que, los recuerdos desaparecen con facilidad. Esta enfermedad es catalogada como una de las principales causas de discapacidad en adultos mayores.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Alzheimer es la forma de demencia que más se presenta. Seguida de otras como la demencia vascular, por cuerpos de Lewy y frontotemporal. Además, es posible que un paciente pueda presentar varios tipos de demencia al mismo tiempo, puesto que sus límites son muy difusos.
Alzheimer: un problema mundial
Según la OMS, la demencia hoy afecta a cerca de 50 millones de personas a nivel mundial y cada año se registran cerca de 10 millones de casos nuevos. De estas, se estima que el 60% viven en países de ingresos bajos o medios; teniendo esto en cuenta, se estima que para el 2030 haya un registro de 82 millones de casos y en el 2050 aumentarán hasta llegar a los 152 millones de diagnósticos.
El Alzheimer y la salud del adulto mayor
Si bien es cierto que el Alzheimer no es exclusivo de los adultos mayores, sí está en ellos un riesgo mayor que el de otras personas, para padecer esta enfermedad.
Se caracteriza especialmente por cambios en la conducta habitual, deterioro general de la capacidad cognitiva para la realización de actividades básicas que antes eran posibles, pérdida de memoria, entre otras cosas. Cabe aclarar que, una vez inicia esta enfermedad no es posible su cura, el núcleo familiar deberá adaptarse a los cambios que se presentarán en el paciente a medida que la patología avance.
A pesar de no tener cura, la detección temprana del Alzheimer permite que se lleve a cabo un tratamiento para desacelerar su avance. Además, será una forma de transición en la que el paciente podrá aceptar de mejor manera el deterioro que verá en su memoria.
En este sentido, es importante prestar atención a los síntomas que puedan darse en los adultos mayores. Los más comunes que puedes ver a lo largo de las primeras etapas son:
- Problemas en el lenguaje que antes no estaban.
- Dificultad para concentrarse.
- Nueva dificultad para resolver problemas habituales.
- Cambios en la forma de tomar decisiones.
- Cambios de conducta leves.
- Deterioro de la memoria.
- Dificultad para las actividades laborales o sociales que eran habituales.
- Confusión sobre los lugares conocidos.
- Confusión sobre los hechos recientes.
Además de conocer los síntomas, es importante que tengas en cuenta algunas enfermedades crónicas capaces de acelerar el deterioro ocasionado por el Alzheimer. Estas son:
- Depresión.
- Fatiga.
- Alergia a medicamentos.
- Problemas de tiroides.
- Deficiencia de vitaminas.
- Trastornos neurológicos autoinmunitarios.
- Afecciones neurológicas.
Día Internacional del Alzheimer y El cuidado del adulto mayor que vive con ello
Cuando una persona mayor tiene Alzheimer, los cuidados que se le brinden son indispensables para retrasar el deterioro y mejorar su calidad de vida durante la enfermedad. Cuando los síntomas del Alzheimer han sido identificados, es necesario que busques cuidados profesionales para mejorar el día a día de estas personas.
Actividades que ayuden a desarrollar la capacidad cognitiva, junto con el ejercicio físico, una buena alimentación y hábitos regulares son aspectos clave en este momento de la vida de una persona con Alzheimer, siendo la forma por excelencia de asegurar que el paciente pase este momento lo más cómodo posible y que se pueda retrasar el deterioro.
Finalmente, es fundamental que el grupo familiar del abuelo que ha desarrollado esta enfermedad tenga la paciencia y amor suficientes para hacer este proceso más fácil para todos. Pues el apoyo de los seres queridos es crucial para un mejor manejo de esta patología.
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